Durante la época de las Guerras Cruzadas entre los Españoles y los Árabes existió un noble guerrero español que sobresalió por salir triunfante de todas sus batallas, su nombre: Rodrigo Díaz de Vivar, se dice que jamás perdio una batalla contra los moros, era tal el respeto que se había ganado entre sus adversarios que éstos comenzaron a llamarlo Mio Sidi, que puede ser interpretado como Mi Señor, el sobrenombre fue absorbido al español y pronto Don Rodrigo fue conocido como el Mio Cid o el Cid Campeador. Estos datos ya serían suficientes para que tal caballero se convirtiese en leyenda, sin embargo, se cuenta que El Cid fue herido de muerte y a traición días antes de la batalla final contra los moros. Agonizando viajó a la ciudad de Valencia a esperar el ataque del ejército invasor que superaba en número ampliamente al de los españoles, sin embargo murió al llegar a su destino, la noticia de su deceso llenó de júbilo a sus enémigos, ya que con el Cid muerto ya nada les impediría tomar Valencia,...
Pero la leyenda del Cid Campeador estaba por comenzar, su cuerpo fue embalsamado, vestido con su armadura y montado en su fiel caballo Babieca, de este modo el cadáver del Cid salió al frente de su ejército,... lo que siguió después fue,... bueno, mejor veanlo ustedes mismos.
Espero sus comentarios, ¿qué elementos consideran reales? ¿cuáles imaginarios o exagerados?
Saludos a todos
MAESTRO :ESTA MUY,,, COMO SE DICE CUANDO NO ES INTERESANTE,, BUENO SI ES INTERESANTE PERO COMO SE DICE SALUDOS 1B
ResponderEliminaresta padre pero supongo que es algo corto soy de 1 b
ResponderEliminaresta interesante , algo corto pero se dice "aburrido"
ResponderEliminaryo soy del 1B
ResponderEliminarel fragmento del video es corto porque solo muestra lo que yo necesito que analicen, en la introducción explico lo que ya adelante hoy en la escuela, supongo que LA LEYERON,... y no les pedi una opinión sobre si les parece corto o aburrido, la pregunta fue: ¿Dónde terminó la realidad y dio paso a la fantasía?
ResponderEliminarsaludos
es interesante
ResponderEliminaratte. 1° b
¡Cuán solitaria la nación que un día
ResponderEliminarpoblara inmensa gente!
¡La nación cuyo imperio se extendía
del Ocaso al Oriente!
Lágrimas viertes, infeliz ahora,
soberana del mundo,
¡y nadie de tu faz encantadora
borra el dolor profundo!
Oscuridad y luto tenebroso
en ti vertió la muerte,
y en su furor el déspota sañoso
se complació en tu suerte.
No perdonó lo hermoso, patria mía;
cayó el joven guerrero,
cayó el anciano, y la segur impía
manejó placentero.
So la rabia cayó la virgen pura
del déspota sombrío,
como eclipsa la rosa su hermosura
en el sol del estío.
¡Oh vosotros, del mundo, habitadores!,
contemplad mi tormento:
¿Igualarse podrán ¡ah!, qué dolores
al dolor que yo siento?
Yo desterrado de la patria mía,
de una patria que adoro,
perdida miro su primer valía,
y sus desgracias lloro.
Hijos espurios y el fatal tirano
sus hijos han perdido,
y en campo de dolor su fértil llano
tienen ¡ay!, convertido.
Tendió sus brazos la agitada España,
sus hijos implorando;
sus hijos fueron, mas traidora saña
desbarató su bando.
¿Qué se hicieron tus muros torreados?
¡Oh mi patria querida!
¿Dónde fueron tus héroes esforzados,
tu espada no vencida?
¡Ay!, de tus hijos en la humilde frente
está el rubor grabado:
a sus ojos caídos tristemente
el llanto está agolpado.
Un tiempo España fue: cien héroes fueron
en tiempos de ventura,
y las naciones tímidas la vieron
vistosa en hermosura.
Cual cedro que en el Líbano se ostenta,
su frente se elevaba;
como el trueno a la virgen amedrenta,
su voz las aterraba.
Mas ora, como piedra en el desierto,
yaces desamparada,
y el justo desgraciado vaga incierto
allá en tierra apartada.
Cubren su antigua pompa y poderío
pobre yerba y arena,
y el enemigo que tembló a su brío
burla y goza en su pena.
Vírgenes, destrenzad la cabellera
y dadla al vago viento:
acompañad con arpa lastimera
mi lúgubre lamento.
Desterrados ¡oh Dios!, de nuestros lares,
lloremos duelo tanto:
¿quién calmará ¡oh España!, tus pesares?,
¿quién secará tu llanto?
Digo patria, y a veces me parece
ResponderEliminarque mujer digo y que su cuerpo beso,
digo mujer y siento que me mece
una cuna de tierra desde el hueso.
Se me viene a la boca un nombre como
un sabor de tristeza y de esperanza.
A la ventana de un amor me asomo
y hacia él el corazón se me abalanza
Me parece que sois la misma cosa,
la misma luz astral, la misma pena,
la misma soledad, la misma rosa
cortada, y esa música que suena
-patria, mujer- entre la oscura brinda
que el viento herido de la tarde mueve,
y esa nube que vagamente ronda
y por los campos y los ojos llueve.
Pequeño campo de batalla, mira
guerra civil y rastro de amargura
y un muerto no del todo que respira,
que aun en tus besos su esperanza apura.
atte: 1 "a"
bellos textos, el primero pertenece a José de Espronceda poeta español del siglo XIX, el segundo texto creo que pertenece a Leopoldo de Luis,... me agrada que guste leer de este tipo de poemas y nos los comparta, el detalle es que estamos hablando de leyendas, en todo caso habria sido mas adecuado buscar algun poema romance sobre el Cantar del Mio Cid,... pero se agradece la aportacion,...
ResponderEliminarEl día es salido, la noche quería entrar,
ResponderEliminara sus caballeros mandólos todos juntar:
«Oíd, varones, no os dé pesar;
«poco dinero traigo, vuestra parte os quiero dar.
«Tened en cuenta cómo os debéis comportar:
«mañana temprano cuando los gallos cantarán,
«no perdáis tiempo, los caballos ensillad;
«en San Pedro, a maitines tañerá el buen abad,
«nos dirá la misa de Santa Trinidad;
«dicha la misa, tendremos que cabalgar,
«pues el plazo se acerca y mucho hemos de andar».
Como lo manda mío Cid así todos lo harán.
Hecha la oración, la misa acabada ya,
salieron de la iglesia, ya quieren cabalgar.
El Cid a doña Jimena la iba a abrazar;
doña Jimena al Cid la mano le va a besar,
llorando de los ojos que ya no puede más.
Y él a las niñas volviólas a mirar:
«A Dios os encomiendo, nuestro Padre espiritual,
«ahora nos separamos, ¡Dios sabe el ajuntar!
Llorando de los ojos con un dolor tan grande,
así se separan como la uña de la carne.
1 a
Ya amanecía y venía la mañana,
ResponderEliminarsalía el sol, ¡Dios, qué hermoso apuntaba!
En Castejón todos se levantaban,
abren las puertas, afuera se mostraban,
para ir a sus labores y a sus campos de labranza.
Todos han salido dejan libre la entrada,
sólo pocas gentes en Castejón quedaban;
las gentes por los campos andan ocupadas.
El Campeador salió de la celada,
en torno a Castejón aprisa cabalgaba,
Mío Cid don Rodrigo corre hacia la entrada,
los que guardan la puerta viéndola asaltada,
tuvieron miedo y la dejan desamparada.
Mío Cid Ruy Díaz por las puertas entraba,
trae en la mano desnuda la espada,
quince moros mataba de los que alcanzaba.
Ganó a Castejón y mucho oro y plata.
Sus caballeros llegan con la ganancia,
la dejan a mío Cid sin querer para sí nada.
Perfecto!!!! ahora si no es mucho pedir que ¿le parece si hace un comentario personal sobre la extraordinaria leyenda del Cid?
ResponderEliminarsaludos
maestro buenas tardes.......
ResponderEliminarsoy el alumno carlos alejandro villarreal salazar ex alumno de 1 d del año pasado le queria decir que para empezar una idea como "la musica" se nesecitaria hacer una "bibliografia" esque quiero hacer un tipo libro de ese tema......espero y se acuerde de mi le mando un saludo y espero su respuesta!!.............
Proofesor Io FUiii La Qe SUbii Loss 4 textos vii qe si le gustharonn soii brisedi de 1 a :)
ResponderEliminarSin ofender y ya sabe como soy yo ...pero otra vezz !! Cid nenen el año pasado tambien lo pusoo !! y no va dar a 2° A !! me enojaree !!
ResponderEliminaratte: Pameela Camacho :D
MAESTRO CID:SOBRE LO DE ANONIMO Y TODO ESO COMO PONDRIA MI NOMBRE PARA Q SEPA QUE SOY YO
ResponderEliminar1B A SALUDOS